La devoción y dedicación artesana de los diferentes pueblos a su ingrediente o plato que les hizo famosos (y que ojala nunca se pierdan porque encierran una sabiduría incalculable) es algo increible: valga como ejemplo los limones de la Costa Amalfitana con la que se hace el clásico limoncello.
Italia es una fiesta, un arte y un estilo y la gastronomía no es menos, por eso creo que lo mejor para descubrir la belleza es observarla. Ahí van algunos aportes
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